La Unión publicó un nuevo informe: ‘Epidemia silenciosa: un llamado a la acción contra la tuberculosis infantil‘, para poner de relieve la necesidad apremiante de proteger a los niños contra la tuberculosis.
A escala mundial, un millón de niños menores de 15 años desarrollan TB y 239.000 (casi uno de cada cuatro) mueren cada año. Sin embargo, la mayoría de esas muertes se podrían haber evitado con simples medidas de salud pública muy rentables.
La constante falta de cuidado de la TB infantil, que provoca millones de muertes evitables, constituye una innegable violación de los derechos humanos.
El informe, cuya publicación se anunció en un acto paralelo de la 71.ª Asamblea Mundial de la Salud, explica que ese número de casos infantiles mortales es resultado de un desinterés sistemático por el derecho de los niños a la salud. En la esfera de la salud pública, es un secreto a voces que los sistemas sanitarios descuidan a los niños enfermos de TB porque los niños son menos contagiosos que los adultos, y porque las herramientas que se suelen emplear para diagnosticar la TB son menos eficaces en los niños.
La Unión insta a acabar con la desatención de que son objeto los niños, recurriendo a enfoques más integrados y más centrados en la familia para la atención a la TB y su prevención, así como a una implicación del sector sanitario en general, incluidos los sectores de salud materno-infantil. Es posible adelantar mucho más gracias a los instrumentos asequibles que existen (como son el estudio de contactos infantiles) y que son la norma en los países de renta alta y baja carga de TB, pero que escasean en los países donde la tuberculosis es endémica.
Gracias a modelos de prevención que han demostrado tener éxito, el informe apunta sugerencias para acabar con la TB infantil y, al mismo tiempo, da a conocer este problema y llama a una implicación de alto nivel, que es esencial para poner coto a esta urgencia.